Assange un revolucionario cibernético
Por: Fabián Núñez Valverde
Dos han sido las posturas visibles en el caso Assange; la
primera el apoyo por parte de varios funcionarios miembros y simpatizantes del
régimen anterior que no dan su brazo a torcer en cuanto a velar por la
seguridad del fundador de Wikileaks como legado de Alianza país y el gobierno
de Rafael Correa en materia de derechos humanos y notoriedad a nivel
internacional. La otra postura es el rechazo total y aversión, una idea
generalizada, a todo aquello que tenga que ver con el régimen de Correa, en
este caso el asilo de Assange, que, a vista de gente conservadora atenta contra
la ética y el patriotismo ecuatoriano, al tratar de proteger a una persona
considerada como delincuente internacional que no ha hecho ningún bien al
Ecuador.
No nos sorprende la reticencia y el malestar generalizado
hacia Assange, quien vive asilado y aislado del mundo físico en la embajada de
Ecuador en Londres desde ya casi seis años. Y es que no puede ser de otra
manera; a la vista de la oposición, del sector mercantil y conservador
ecuatoriano siempre fue una especie de herencia del mandato anterior a Moreno
que no hacía más que perjudicar el libre mercado con los países que solicitaban
su extradición. Esta visión sesgada y visceral basada en el rechazo a los niveles de
corrupción ocurridos durante esos diez años del gobierno de Correa han influido
notablemente en la prensa y por ende en el sentir popular hacia la figura de
Assange, a quien se le acusa de pirata informático, violador y delincuente. Existen“políticos” como Patricio Zuquilanda que hasta
niegan rotundamente la inseguridad, persecución y pedido de extradición de
Reino Unido o EE.UU contra Assange, según su posición en varios medios de
comunicación, ambos países no tienen órdenes legales en su contra, son países
democráticos fundadores y respetuosos de las
leyes. Zuquilanda tampoco ha perdido tiempo ni ocasión para lanzar su
promesa de campaña anticipada, y, muy comedidamente ha ofrecido sacar a Julian,
no ayudar, sacarlo de la embajada en caso de ganar las elecciones de febrero.
¿Pero quién es
realmente Julian Assange? El mundo fuera un lugar diferente si encontrásemos
más gente con convicciones en contra de eso que lo afecta, la corrupción. Julian
es un personaje conocido a nivel mundial como fundador de Wikileaks pero un
total desconocido en otros ámbitos más personales. Cuando menciono “personales”
no me refiero a aspectos que puedan rayar en farándula, no, me refiero a
pequeñas cosas como su gran conocimiento y dominio total de computación y
lenguaje de programación de manera autodidacta. A pesar de no haber finalizado
estudios universitarios ha escrito y colaborado en libros en donde ha expuesto
desarrollos, innovaciones y descubrimientos en cuanto a programación y seguridad.
Ha sido programador y promotor también de software libre Linux/GNU, por lo que
en algunos países ha sido leído en las áreas de matemáticas y física. En el 97
fue el creador de un programa libre que protegía a trabajadores por los
derechos humanos. Gracias a su labor de publicación de cables de información
había sido galardonado como periodista, fue entrevistador de personajes
políticos en RT con su programa el mundo del mañana. Como información final y
curiosa añadiré que ha estudiado filosofía y neurociencia. Este último hecho de
acercarse a la filosofía y neurociencia dice mucho de la personalidad y
pensamiento de Julian Assange. Es decir, desde hace mucho tiempo Julian Assange
ha tenido una personalidad que se encaminaba a la protección de activistas, en
otras palabras, sea cual fuere su posición política ha enfocado su conocimiento
y su vida para defender una causa, la libre información.
Luego de la debacle
que significó las primeras publicaciones para Wikileaks nadie puede imaginar lo
arriesgado que era publicar información que desenmascaraba la sucia
politiquería y sus excesos, sobre todo, de temas tan frescos como la guerra
entre Irak y EE.UU, un atropello, genocidio y masacre continuos. Esto significó
para el personero de Wikileaks persecución a nivel mundial no se sale ileso
cuando se va en contra de los políticos de EE.UU o si no habría que
preguntárselo a Chelsea Manning quien recibió vejaciones, torturas físicas y
psicológicas tras ser procesado y encarcelado, a pesar de haber servido en el
ejército estadounidense en la guerra contra Irak, y todo por ser fuente de
Wikileaks. Fortuitamente, tras los sucesos de esta divulgación y de otras en la
página de Wikileaks, la fama de Assange fue el arma perfecta para ensuciar su
imagen con varios escándalos, el más importante, el de los abusos sexuales lo que
significó para Assange una posible petición de extradición hacia Suecia y luego
a EE.UU por robo y publicación de información clasificada. Hemos visto a
dictadores y genocidas vivir dignamente y libres sin la persecución política,
hasta se los ha perdonado en sus países de origen como el caso Fujimori ¿quién
opina algo al respecto internacionalmente?
El valor de la
figura de Assange da indicios de una preocupación que va más allá del beneficio
propio, esto lo comprueba el ser personero de una organización sin fines de
lucro que divulga información para desenmascarar la corrupción a nivel
universal. Assange, un personaje controversial, nos ha hecho reflexionar que en
la política no bastan las buenas intenciones o el divulgar información que
desenmascara la podredumbre política, cuando de fondo no hay una conciencia que
luche por cambiar, por convicción, lo que no funciona en la sociedad. Assange
se habrá dado cuenta del mal generalizado en la política, cuando las supuestas
leyes y los organismos que deberían hacerlas cumplir no sirven. Por otra parte,
los que gobiernan son parte del problema y no de la solución. El sentir popular
se deja manipular por visiones recortadas de información y aspectos subjetivos
que no se analizan ni demuestran a ciencia cierta cómo fueron y son las cosas.
Levanto mi voz en
apoyo de Julian Assange, el mundo necesita gente que critique y luche por denunciar
todos los males del sistema político a nivel mundial que, aunque empiece por
programas de uso libre y gratuito, eso evidencie cómo debe funcionar la sociedad.
Por otra parte, habría que analizar toda la información que se ha emitido a
través de la prensa en estos días porque no se ha indagado realmente en el caso
Assange, casi no existe en el país una prensa seria que muestre las dos caras
de la moneda, existe una sola visión la del odio, perjuicio, malestar, conservadurismo
y patriotismo que promueven políticos y periodistas y que el pueblo a falta de información
y pensamiento se decanta por lo más fácil, la opinión sin fundamento ni razón.
Me gusta el enfoque serio, de profundidad científica que se impone en este ensayo sobre una figura tan compleja como la de Assange. No se ve un dictado unilateral que sanciona al informador de Wikileaks con las reglas nacionalistas del imperio más grande de la Tierra y sus seguidores nacionalistas de otros países dependientes, sino un intento profundo y generoso de entender el alma desprendida e investigativa de un hombre rico en valores humanos. Gracias Trotsky por benefficiarnos con tu pensamiento.
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